En nuestro caso fue una opción de paso para dejar Baeza y entrar en la provincia de Ciudad Real. No nos alojamos para visitar Despeñaperros. El hotel en sí es anticuado, aunque tampoco es que estuviéramos mal ni que estuviera sucio ni nada por el estilo. La habitación es como visitar a tu abuela la del pueblo. No es vintage, está anticuado, y más que anticuado diría que está viejo. La cama no fue incómoda. Tiene aire acondicionado pero no recuerdo si tiene nevera -creo que no-. El personal normal, ni bien ni mal. Cenamos en el restaurante. No es barato (tampoco caro) pero se come bien y el personal del restaurante fue más majo. El desayuno consiste en una bebida caliente, una pieza de bollería y un zumo de naranja. El camarero del desayuno no fue nada agradable ni simpático. En general no repetiría.