Ha sido incómoda, muy incómoda.
Ya no es el hecho de que no haya recepción desde las 19:30. Es que, al volver a la noche a mi habitación, comprobé que la cama cojeaba de forma llamativa hasta el punto de tener la sensación de que se iba a desplomar en cualquier momento, y claro, no había personal al que dirigirse. Resumen, una noche "movidita" y con la calefacción como un horno y, tampoco se podía graduar!!!
De pesadilla!!!